- EN CUESTIONES DE AMOR (O COMO SE LLAME) HE SIDO UN TANTO PREMATURO - EFRAÍN HUERTA.
ALAMEDA
Yo.
Desde
el génesis
érase ciénaga:
Fanerógamo vuelve
al cigoto atestado de
ósculos.
Dicotomízate cual coitus
interruptus,
(tú) vos árbol, raíz y huesos. Deshoja el manto
otoñal y acre -tu
estambre siempre fue un espectro-
Y ahora me alimento de
sépalos que juegan a la ronda
(arranco dientes:
te-mato-no-te-mato; me-mato-no-me-mato)
Ésta rama
haraganea
embriones
letár-gicos
y el hálito
despolariza
(gritos)
Vos sauce: Vuelve al
salobre cúmulo donde persigo espinas.
NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN
«Quiero dormir el sueño de las manzanas
alejarme del tumulto de los
cementerios»
— Federico García Lorca —
Quisiera besarte porque
tienes la palabra partida
y tus pies gorgotean
fotografías de mapas eucalípticos
-como las que fraguaba de
niña en mi tumba de espinas-
Yo veo tus ojos
incrustados en un grano de arena
cuando abrazas el grito
que te persigue en las noches
y lloras un iceberg
cargado de cerrojos...
(Quisiera tenerte en mi
vientre como a un feto)
Mi mano ha nacido de una
uña sangrante
mi mano se ha ahorcado en
una caricia pagana
Quisieran mis dedos
multiplicarse en tu frío
porque el corazón lo
tienes perdido en insomnios
y yo no duermo cuando
hurgo en mis venas...
La luna abre su abanico
de luto, descansa...
los amantes se destrenzan
consumidos
conmigo -las pausas-
fermentan alevillas
quisiera arrancarte el
silencio de oruga
quisiera llamarte 'amor
mío'
quisiera besarte porque
tienes la palabra partida.
A CAPELLA
Frente al narciso
(homb-re-jum)
yacen orbes de orugas
y montes erguidos.
Al sur:
afeite,
océano.
La mano:
el pie errabundo
desnudando
la estría teúrgica.
El hombre
cerca el cirio
derrama los dientes
se oculta en la gruta
y la mujer
arquea los insectos
bajo su espalda.
yacen orbes de orugas
y montes erguidos.
Al sur:
afeite,
océano.
La mano:
el pie errabundo
desnudando
la estría teúrgica.
El hombre
cerca el cirio
derrama los dientes
se oculta en la gruta
y la mujer
arquea los insectos
bajo su espalda.
El hombre
cerca el cirio…
(bis, bis, bis)
Alicia observa.
Allá
al sur
llueve.
(AntologíaPiernas Cruzadas I) Ediciones Monsieur James
NECROFILIA
La boca ha
muerto:
¿a qué te sabe
mi lengua formolizada?
aún serpenteante
vaporizando espermas
cobijando vástagos mitóticos…
Sus papilas insomnes...
¿A qué te saben estos dientes cianúricos?
y su calco de juguete-de-niño...
Mis besos rancios
aferrados a mutismos
filtrando hálitos…
¿A qué te sabe mi labio de escalera?
pestañeando rayos
y anélidos
mi complejo de ofidio ruidoso
la cicuta en mi vientre caduco
qué batiscafo podría
degollar la cantimplora arúspice
de la mirada tardía…
¿A qué te sabe mi guión de puta
sembrando uñas junto a las lápidas?
aún serpenteante
vaporizando espermas
cobijando vástagos mitóticos…
Sus papilas insomnes...
¿A qué te saben estos dientes cianúricos?
y su calco de juguete-de-niño...
Mis besos rancios
aferrados a mutismos
filtrando hálitos…
¿A qué te sabe mi labio de escalera?
pestañeando rayos
y anélidos
mi complejo de ofidio ruidoso
la cicuta en mi vientre caduco
qué batiscafo podría
degollar la cantimplora arúspice
de la mirada tardía…
¿A qué te sabe mi guión de puta
sembrando uñas junto a las lápidas?
NIÑA
A mamá.
Amo tus senos
que han
devorado mis labios
de
constelaciones
de llanto
de alas
los amo hoy
que son
fantasmas y esqueletos
que son
vestigios:
fuente
fotografiada
consumada,
esfinge
abrazada de ocasos,
hoy que me
alimento de rayos.
Ven derrama tu
océano
en mi garganta
de ramas y frutos
tus frutos.
No musites
dardos
en tu piel
-versos de lirios-
tú no tienes la
culpa
tú no eres del
mundo.
Aún tienes
huellas de niña
y tu boca, grey
de plegarias.
Eres mi niña,
vientre
agrietado,
rizos de
almizcle...
y yo, homóloga
a la hebra
te cubro,
frágil libélula,
custodio tu
imperio de cruces.
Amo tus manos
aferradas al pueblo
trémulas
alevillas, cantimploras de llagas
las amo tanto
que infinitas noches
he derramado en
su urdimbre de satén
mi rosario de
besos
vírgenes.
No temas,
mi cuerpo es tu
báculo,
vuela en mi
péndola abstracta:
su tinta fragua
secretos.
Amo verte a
escondidas
desnuda de
nervios
de monstruos.
Libre.
ENTRE TANTO
Entre tanto
contorsionemos
ecos
formas
triangulares
en nuestras
palabras carnosas.
Entre tanto
seamos
fantasmas
que violan
paredes
con sus dientes
de ladrillos.
Entre tanto
subamos al
proscenio
y disfracemos
el beso
cobijemos al
tiempo
y su complejo
de ciempiés
Entre tanto
amor mío
seamos
desconocidos.
(ahora que no
sé llorar)
ELEGÍA
Hoy he abrazado
el plumón de mi
costado.
He tatuado el
nácar cotidiano
de mis besos
con sabor a nada.
El corazón no
quiere ser parte
del proscenio
de las horas saturnales,
cuando invento
fantasmas
en los pulpejos
de mi araña de esperanzas,
Y hablo con
todos los espacios de mis vénulas,
por si musitan
alguna teurgia mortífera
y me conceden
rasguñar su pulso de ansiedades.
El reloj se me
ha hipertrofiado...
así me cuentan
los corpúsculos estériles,
y el diluvio
salobre en mis pómulos desamparados.
¿Cuándo vienes
por mi súplica fermentada?
¿cuándo pintas
mi lengua cianótica?
Yo soy un sueño
desplumado
un verso
agónico
un rosario de
esperas
un suicidio
anticipado
Ya no puedo
enredarme en pantomimas
para darte un
beso
para roer tu
instinto
para cubrirte
de dedos
uñas,
ojos.
Ya pronto muero
y tú tan lejos
y tú tan mío
y yo, colgada
en estos días
de acre frío.
DISTANCES ET ABSENCE
Cada noche mis
falanges paren circunferencias
y apenas son
baúles repletos de viruta
estériles de
roces
vestigios
atmosféricos.
No me dejes sin
ti.
Le tengo miedo
a las horas brunas
y los monstruos
conspiran lágrimas
debajo de mi
catre,
ascienden a mi
ánfora de alas
mascullen su
rosario de blasfemias
y me atavían de
ausencias (tus ausencias)
mientras
rasguñan mi halo de besos
mientras
fragmento tu miga de relojes
mientras descubro
que las alevillas
han sido
úlceras hambrientas.
No te marches
temprano. Quédate.
Alabarda de
ocasos:
ven mutila los
monstruos
y nutre pronto
las grietas.
Demasiado
suplicio
esta ínsula de
insomnios…
Cada noche mis
falanges paren circunferencias.
Y nosotros,
prismáticos hálitos
asfixiándonos
de imágenes.
BESOS 3
Besos, besos,
besos.
Pequeños
duendes nutridos
urdiendo
gélidas ramas
para ser
inexistentes;
equívocos,
fístulas, pétalos,
cigotos
dulcemente creados
en esta
placenta de dientes
tan cansados de
asfixiarse
de ser cúmulo y
delirio
sin abrigo, sin
morada.
Mira ésta
flecha húmeda:
centella,
nao de hadas,
sola,
pantomima
barata de una soga de alfileres
estéril, médula
nocturna,
garabatos,
círculos suicidas
dejan sus pasos
sin voz
¡amor, cómo te
extraña
ésta flecha de
insomnios!
b
e
s
o
s
Besos, besos,
besos.
Ecos de tu boca
lejana.
Besos
(estoy desnuda,
trémula)
Besos
(me congelo de
ausencias)
Besos
(¡atavíame de
dientes!)
Batahola eterna
En mi palabra
muda
Síncopes,
versos,
Olas inmémores
Sobre mi piel
nívea.
B B B E E E S S
S O O O S S S.
POLIFAGIA
Es rabia lo sé
no un beso de
parque
persiguiendo
columpios
no son niños
estos tiempos
ataviados de
moho
Amar a
marxistas
es andar
repartiendo mi muerte
como pan a
indigestos
No es el fruto
exiliando
gusanos
es la ausencia
de dientes
es el hambre
sembrando
rasguños
en mis
vísceras.
LAST BREATH
¿Un suicidio
para contrastar
la fuga
incrédula de médulas?
Un mural de
bocas enmascarando
tu beso de
ciénagas amnésicas.
Único.
Sobredosis de películas
mundanas
o de un
recuerdo de alevillas
cobijando el
estómago
entre postres
acres
como si eso me
endulzara las lágrimas...
si terminan en
un retrato sódico
contorsionando
el mismo miedo
(mi locura
saturnal)
que es más
cuerda que la bufanda
azul-rojiza de
mi cuello.
Única.
Como tu fervor
transparente
sin manos, sin
pies, sin pestañeos
un halo de
dudas mutilando neuronas
mi muerte
oxigenada de espinas
cuando ya los
pétalos han caído
Únicamente tú.
FEROMÓNIMOS
A los gatos les
basta la lengua.
Ni el quirófano
en la cartera
ni los seudo
filósofos
amamantando
hipérboles
tan absurdos
como una corbata
que adorna y no
necrosa
un edificio
viejo,
la ventana rota
sin ladrones,
los muslos como
aviones de guerra
tus ojos de sur
pestañeando en
mi boca
-ejercicio
mecánico:
esperar que
lluevas-
nosotros
cortinas,
archipiélago de
sótanos,
escalera
sin-retorno
enamorarse le
viene bien a las rodillas
que tiemblan
como campanas de iglesia.
LISIS
Quisiera que
sientas
el dolor en las
ramas,
el hambre del
tren a su paso,
el grito de la
niña
cuando viola
sus muñecas.
Abrir las
piernas
es tan
siniestro
como crear
bocas en mis manos.
Es lastimero
esto de esperarte
d
i s p
e r s a
para dormir
enredada en los árboles.
A veces soy el
florero de todas las salas
alojando
dientes en tus costillas.
Qué bueno es
esto
de abandonar
los ojos en el baño.
ANTICUERPO
Deja de ser la
rodilla de mi lágrima
si soy quejido
y moho
techo con
agujeros
orgasmo
ahorcado
eso que llamas
cielo-preñado
la cruz del rey
invertido
proscenio de
colmillos estériles
tal vez
me saque los
ojos de las manos.
Por qué no te
haces rayo y me partes,
te haces hombre
y me masticas
Por qué
entonces andas
como suela
empedernida
lamiendo la
huella que no dejo,
calcando la voz
que no pronuncio
Por qué no,
simplemente,
recoges tus
huesos
y te exilias de
mi cuerpo.
RAMAS
Amo un árbol
adicto al otoño
enraizado en la
columna de mí córnea.
Tantos frutos
en sus sienes
tantas espinas
en su palabra.
Y yo, bajo su
sombra amniótica,
amo la taza
sorda de sus ramas.
No hay
escaleras para nosotros.
Tú pegado en el
humus mustio,
yo, hastiada de
matar dragones,
crucificar
ósculos en los lagos.
¡Estos lagos
míos que te miran
mientras
llueves estático, mundano!
Amo un árbol
que se piensa criptógamo.
Amo su locura
de huérfano.
Demasiado tarde
talar mis rodillas.
Tarde,
contagiada de espinas.
Amo un árbol
adicto al otoño,
alopécico,
extinto.
Derechos Reservados © Dina Bellrham
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